martes, 13 de noviembre de 2007

CABALGATA A SAN DIEGO DE PITIQUÍ

Pitiquito, Son. 10/11/2007.- Con una gran participación de jinetes de la región se llevó a cabo la primera cabalgata en honor a San Diego del Pitiquí. Todo inició desde las seis de la mañana del sábado 10 de Noviembre en los corrales de la Asociación Ganadera Local de Pitiquito, cuando se llevaba a cabo el traslado de caballos al vecino pueblo de Altar, en donde los jinetes de esta población ya andaban alistando sus pencos.
A las nueve de la mañana los jinetes se concentraban en las puertas de la parroquia de Nuestra Señora de Guadalupe para recibir la bendición por parte del presbítero Claudio Alonso Murrieta Ortiz, quien dio un mensaje y recordó parte de la labor de San Diego.
Esta cabalgata fue promovida por el alcalde Gumersindo Ruíz, el padre Claudio y un grupo de amigos, la intención cumplirle a San Diego y mantener viva su imagen.
Así un centenar de jinetes partía en
una jornada que todos esperan se vuelva una tradición, cabalgar en honor a San Diego del Pitquití.
La historia de San Diego tiene que ver mucho con la gente de a caballo y que mejor celebración que una cabalgata.
Según la historia dicen que San Diego sana de las caídas de caballo. Uno de sus más memorables milagros es el que hizo cien años después de su muerte (1562) favor de Don CarlosIV, hijo de Felipe II quien se había roto la cabeza al caerse de un caballo. El rey acudió a Alcalá e hizo abrir la tumba en que reposaba Diego. Estaba intacto y parecía dormir. Se le pasó sobre el rostro un pañuelo de seda, que enseguida se puso sobre la cabeza del príncipe, este quedó dormido. Al despertar pidió comer; algunos días mas tarde había sanado.
El recorrido fue por un costado de la carretera internacional en un ambiente muy propio de los cabalgantes de esta región del Desierto. Mientras que los automovilistas que pasaban saludaban con el pitido de sus claxóns a la columna de jinetes.
A la altura del Ejido 16 de Septiembre otro grupo de cabalgantes esperaba para unirse al recorrido y en el rancho el Mayo, unos burritos de machaca y frijoles se repartían en lo que algunos daban agua a su caballo, los jinetes del Ejido Santa Matilde salían al camino para unirse al contingente, van a la mitad del recorrido, pues la ruta trazada es de poco más de 22 kilómetros, que a como está el día llegarán temprano al pueblo comentan entre ellos. A esta hora de la mañana ya suman más de 130 jinetes, todos portan un pañuelo de color café franciscano con la imagen del San Diego y vienen en un muy buen ambiente de convivencia.
En el barrio la Estación, la gente ya está cerca del camino por donde pasarán los de a caballo. Ya no tardan en brincar la vía, por la polvareda, ya pasaron el arroyo del muchachito, comentan, por fuera de las casas se ven algunas sillas.
Desde la bajada del puerto se puede apreciar el valle, ahí viene la cabalgata hay gente en esta parte del cerro; pero a la entrada del pueblo ya se ve el alboroto una banda sinaloense ha empezado a tocar para recibir a los cabalgantes, pero a lo largo de la calle Zaragoza la gente también la espera.
Ya bajan por el cerro, la música comienza y la caballada se perfila para llegar a la parroquia de San Diego, al paso de los jinetes la gente saluda y aplaude. Entre un grupo de amigos al frente viene el Gume, presidente municipal y el padre Prisy de Altar, en la iglesia está el padre Claudio para recibirlos. Los jinetes dan gracias a Dios y a San Diego con un aplauso mientras la primera autoridad del municipio y el sacerdote de Altar entran a dar gracias a San Diego.
En el barrio Zaragoza en el rancho la Muralla una rica barbacoa espera a los cabalgantes. Todos se sienten contentos y lo comentan, le han cumplido a San Diego y están puestos “pa lotra” dijo un altareño.
De esta manera se celebró la primer cabalgata en honor a San Diego del Pitiquí, de esta manera la gente de a caballo como siempre cumplió.